Levantando el vuelo Xulio Ríos es asesor emérito del Observatorio de la Política China

In Análisis, Sistema político by Xulio Ríos

La convocatoria del tercer pleno del Comité Central del PCCh para el próximo mes de julio sugiere que debe estar muy avanzada la dirección de las reformas para los próximos cinco a diez años, con ese horizonte de 2035, primera etapa del tránsito hacia el segundo centenario (2049) según el diseño establecido por el xiísmo.

Que la convocatoria se haya demorado más de medio año con respecto al calendario tradicional al uso bien pudiera indicar la necesidad interna de un debate sosegado y profundo de la coyuntura interna e internacional, ordenar y consensuar ideas y, sobre todo, establecer un entendimiento sobre el curso del desarrollo económico. Este debe haberse logrado con la doble premisa de responder a la coyuntura pos-Covid pero igualmente al horizonte de medio plazo.

Mientras Xi Jinping estaba de visita en Europa, el resto de miembros del Comité Permanente del Buró Político recorrieron China para realizar giras de inspección que con seguridad no son ajenas a aquella convocatoria. El objetivo consiste en conocer el desarrollo económico y social de cada zona, en vísperas de la tercera sesión plenaria e igualmente trasladar y contrastar ideas y propuestas.

El primer ministro Li Qiang, estuvo en Xinjiang y Anhui. Zhao Leji, el número tres y presidente de la Asamblea Popular Nacional, estuvo en Henan. Wang Huning, presidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, realizó una gira de inspección a Guangxi. Ding Xuexiang, viceprimer ministro, visitó Liaoning. Li Xi, responsable de la Comisión Central de Inspección Disciplinaria, realizó una gira de inspección por Jiangsu.

Cabe esperar que antes de la tercera sesión plenaria, continúen realizando giras de inspección en diversas áreas de China.

La mejora del entorno

La tercera sesión plenaria es importante no sólo por su raro aplazamiento de más de medio año, sino también porque el entorno económico, político y exterior de China enfrenta algunos de los desafíos más complejos desde los años noventa. Se trata de un tiempo crucial en la gestión del tránsito hacia un nuevo modelo de desarrollo en el marco de un agravamiento de las tensiones con los países más desarrollados de Occidente y, muy especialmente, con EEUU.

La evaluación del Buró Político del PCCh de la situación interna y externa del país el 30 de abril reafirma esa convicción: “La economía aún enfrenta muchos desafíos a medida que continúa recuperándose, principalmente debido a una demanda efectiva insuficiente, enormes presiones sobre las empresas, riesgos y peligros ocultos en áreas clave de la economía. y una circulación interna que todavía no es lo suficientemente fluida. La complejidad, la severidad y la incertidumbre del entorno externo también han aumentado significativamente”.

En paralelo, se ha advertido la implementación activa de medidas de doble signo. De una parte, atendiendo a los nudos a desenredar; de otra, promoviendo transformaciones estructurales con mayor ímpetu.

En el primer caso, por ejemplo, el foco se orienta a la crisis inmobiliaria y los riesgos de deuda local que plagan la economía. El Buró Político y el Consejo de Estado han reclamado la adopción de políticas personalizadas en varias ciudades. También se ha requerido a los gobiernos locales, empresas inmobiliarias e instituciones financieras que asuman la responsabilidad de garantizar la entrega de proyectos inmobiliarios a los compradores de viviendas y proteger sus derechos e intereses legítimos, lo cual puede ayudar a calmar la ansiedad de muchos propietarios. Y poner sordina a sus protestas.

El gobierno central está considerando solicitar a los gobiernos locales que compren casas no vendidas para ayudar a eliminar el exceso de inventario de viviendas. Más de 50 ciudades chinas también están aplicando la misma medida de intercambio al sector inmobiliario, alentando a los residentes a vender sus casas de segunda mano a empresas estatales y comprar otras nuevas. Se ha planteado por primera vez la necesidad de “digerir” el inventario de viviendas y optimizar las políticas de oferta de vivienda nueva.

Algunos argumentan que China sólo puede superar sus desafíos inmobiliarios y de deuda local aboliendo el sistema de registro de hogares urbanos y rurales, el hukou, permitiendo la transferencia sin restricciones de tierras rurales y acelerando sustancialmente la urbanización. Queda por ver si la tercera sesión plenaria podrá lograr avances en este aspecto. Más de una vez se ha anticipado.

En cuanto al segundo aspecto, China ha comenzado a aplicar un mayor énfasis en la transformación digital de su sector manufacturero para fomentar nuevas fuerzas productivas de calidad y fortalecer el impulso económico. En los últimos tres años, ha lanzado proyectos piloto de manufactura inteligente, construyendo cientos de fábricas de demostración a nivel nacional, así como miles de  talleres digitales y fábricas inteligentes a nivel provincial. Tecnologías como la inteligencia artificial se han aplicado en más del 90 por ciento de las plantas de demostración. La tecnología 5G se ha promovido a gran escala en la inspección de calidad, producción minera y otros campos. Por su parte, el Internet industrial abarca ahora todos los sectores principales, con centenares de aplicaciones ya establecidas.

Cabe esperar un dictamen de estas experiencias parciales que deben propiciar un nuevo salto estructural a gran escala con potencial suficiente para catapultar de forma significativa esta inmensa reestructuración en la que China ha tomado la delantera con claridad.

Políticas de estímulo y otras medidas complementarias

Las políticas de estímulo también están ganando fuerza. Durante las últimas semanas, han surgido incentivos en varios sectores. A finales de abril se publicaron las normas para el subsidio de intercambio destinado a impulsar las ventas de automóviles, por ejemplo. Y se esperan más iniciativas que dinamicen el consumo. En términos de expansión de la demanda interna, es probable que se incentive las renovaciones de equipos a gran escala y los intercambios de bienes de consumo.

En lo que respecta a la emisión de bonos especiales del Tesoro ultralargos se ha insistido en una emisión en una etapa temprana y se les dé un buen uso.

Más aranceles estadounidenses

China rechazó el nuevo aumento de aranceles anunciado por Estados Unidos sobre algunos productos chinos, apuntando a sectores estratégicos como los vehículos eléctricos, baterías, acero y minerales críticos. No dejan de sorprender las alusiones al “exceso de capacidad” cuando China exporta apenas algo más del 12 por ciento de su producción. ¿Quién estará en condiciones de satisfacer el incremento de la demanda mundial que debe acompañar los objetivos de reducción de emisiones?

Otro tanto cabría decir de los subsidios, que en mayor o menor medida, aplican todas las economías. El mayor fabricante de chips del mundo, Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (TSMC), anunció el mes pasado que ampliaría sus inversiones en Estados Unidos a 65 mil millones de dólares. Esto se produjo después de que la administración Biden prometiera hasta 6.600 millones de dólares en incentivos.

La agenda

El Buró Político del PCCh anunció que la tercera sesión plenaria estudiará principalmente cuestiones relacionadas con una mayor profundización de la reforma y el avance de la modernización china, exigiendo a todo el partido «colocar la reforma en una posición más prominente».

Esa reforma apuntaría al avance de la igualdad y la justicia social y la mejora del bienestar de las personas como punto de partida y objetivo final. Pero igualmente haría hincapié en la transformación del sistema económico como fuerza impulsora, incluidas las reformas en las empresas estatales, las instituciones gubernamentales, los sistemas financieros, etc. Sin extenderse, claro está, al sistema político fundamental, que debiera salir reforzado de este nuevo impulso, muy particularmente el liderazgo del PCCh.