Comprendiendo la «circulación dual» de China y sus implicaciones para el mundo

In Noticias, Sociedad by Xulio Ríos

BEIJING, 19 oct (Xinhua) — Desde que el máximo liderazgo de China planteara en mayo el nuevo modelo de desarrollo económico conocido como «circulación dual», ha habido abundantes interpretaciones en el mercado sobre cómo funcionará y sus efectos en la economía internacional, impactada por la pandemia de COVID-19.

La «circulación dual» es una política que se define por «tomar el mercado interno como pilar principal, al tiempo que permite que los mercados internos y externos se impulsen mutuamente».

El modelo ha sido considerado por los analistas como una solución viable para que China aumente su resiliencia ante las perturbaciones externas, así como para que comparta sus oportunidades de desarrollo con el resto del mundo.

Hua Changchun, economista de Guotai Junan Securities, indicó que el mercado interno de China, en constante expansión, constituye «un activo estratégico» y ha sido «la fuente de la confianza y la fuerza del país para lograr una apertura de alto nivel».

REEQUILIBRIO EN CURSO

Aunque la frase «circulación dual» pueda parecer nueva, su mensaje subyacente refleja en gran medida objetivos declarados por el Gobierno hace más de un decenio respecto a cambiar el equilibrio de una economía impulsada por la exportación y la inversión hacia una con mayor foco en la demanda interna.

Desde la crisis financiera mundial de 2008, las autoridades chinas han presentado estrategias como la expansión de la demanda interna y reformas estructurales del lado de la oferta, lo que significa que el cambio gradual hacia una circulación interna estaba en marcha desde hacía mucho tiempo, señaló Liu Yuanchun, vicepresidente de la Universidad Renmin de China.

Los datos oficiales muestran que los gastos de consumo de China contribuyeron con un 57,8 por ciento al crecimiento del PIB el año pasado, en comparación con el 35,3 por ciento en 2008.

Por primera vez en la historia, el PIB per cápita de China superó los 10.000 dólares en 2019, lo que hace que el énfasis en el mercado interno sea una opción natural, puesto que la enorme escala de consumo del país y la creciente capacidad de oferta implican oportunidades masivas.

Las complejidades actuales en el entorno económico internacional obligaron a China a poner un mayor énfasis en el mercado interno, indicó Liu.

Dado que la neumonía COVID-19 aún no está totalmente controlada a nivel mundial, es probable que la economía global mantenga su estancamiento. Además, la recuperación del comercio y la inversión internacionales corren el riesgo de verse perjudicados aún más por los vientos que baten contra la globalización.

En este contexto, la cooperación resulta más necesaria que nunca. Los dirigentes chinos han subrayado en muchas ocasiones que la «circulación dual» no es en absoluto un circuito interno cerrado y han reafirmado que la apertura es una política nacional fundamental.

«La circulación interna y la circulación internacional deben complementarse y reforzarse mutuamente», señaló Liu.

EFECTO DE DERRAME

Aunque la circulación doméstica está basada en satisfacer la demanda interna, una profunda exploración del mercado supergigante de China, junto con los continuos esfuerzos de apertura, ayudará a estimular la recuperación económica mundial, añadió Liu.

Si bien todavía no se han concretado las políticas detalladas de la «circulación dual», las autoridades ya están dando pasos para mejorar la conectividad entre el mercado interno y el externo.

En la 15ª reunión del Comité Central para profundizar la reforma general, celebrada el 1 de septiembre, las autoridades chinas hicieron hincapié en la necesidad de vincular la construcción de una nueva modalidad de desarrollo con la aplicación de una estrategia de desarrollo regional coordinado y la construcción de zonas piloto de libre comercio.

Las estrategias coordinadas de desarrollo regional, incluido el desarrollo de la región occidental y la revitalización del noreste del país, pueden ayudar a eliminar los obstáculos del mercado para garantizar la circulación doméstica, al tiempo que las zonas francas piloto sirven como plataformas clave para conectar ambos mercados.

Las zonas experimentales de libre comercio de China registraron sólidos resultados en cuanto a inversión extranjera y comercio exterior durante los primeros siete meses del año, a pesar de los problemas derivados de la pandemia de COVID-19.

Estos espacios han desempeñado un papel positivo en la estabilización del comercio externo y la inversión extranjera en medio de un mercado internacional a la baja.

Las seis zonas experimentales de libre comercio del país -que se pusieron en marcha en agosto de 2019 en las regiones de Shandong, Jiangsu, Guangxi, Hebei, Yunnan y Heilongjiang, así como el área de Lingang de Shanghai, una nueva sección de la zona franca experimental de esa urbe- atrajeron 13.110 millones de yuanes (unos 1.900 millones de dólares) de inversión extranjera durante el período enero-julio, según los datos oficiales.

China seguirá persiguiendo un desarrollo de alta calidad en las zonas francas piloto y les concederá más espacio para avanzar en la reforma y la apertura, con el fin de que puedan encabezar la formación de la «circulación dual», afirmó Tang Wenhong, funcionario del Ministerio de Comercio de China.

El 4 de septiembre, el país anunció que apoyará a Beijing en la creación de una zona franca piloto y la construcción de una zona nacional de demostración integral para ampliar la apertura en el sector de los servicios.

China también facilitará el acceso al mercado en el citado sector y ampliará activamente las importaciones de servicios de alta calidad.

«El mercado doméstico seguirá siendo un mercado abierto», precisó Liu al referirse a un aspecto esencial de la dinámica de «circulación dual».