La economía china, al incorporarse al mercado global, adquirió una nueva dinámica de crecimiento sostenido pese a los altibajos internacionales desde la crisis de 2008 en Europa y EEUU. Este país se ha proyectado en el contexto internacional con gran éxito a partir de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), y en especial de las Zonas Especiales de Alta Tecnología (ZEAT), con mayores niveles de especialización en los procesos tecnológicos de punta, además del dinamismo de los servicios financieros, y le ha conducido a la consolidación de procesos de internacionalización de China. Entre los proyectos de desarrollo de alta tecnología está la utilización de tierras raras, que han hecho posible el continuar con tal dinámica, impulsado novedosas tecnologías y creando nuevas ramas industriales, posicionando mercancías de creciente demanda en el mercado global.