De este colectivo, 150,3 millones tenían 65 años o más, es decir, un 10,8 por ciento de la población total, según el informe publicado por el ministerio.
Según los estándares internacionales, un país o una región se considera una «sociedad envejecida» cuando el número de personas de 60 años o más alcanza el 10 por ciento o lo supera. China contaba con 140.000 residencias de ancianos con más de 7,3 millones de camas a finales del año pasado, un 20,7 por ciento y del 8,6 por ciento más interanual, respectivamente. No obstante, solo hay 31,6 camas por cada 1.000 ancianos.
Según el informe, China tenía alrededor de 460.000 huérfanos a finales de 2016, con 88.000 de ellos viviendo en agencias financiadas por el gobierno, y el resto siendo cuidados por parientes o en orfanatos privados.
Unos 19.000 huérfanos chinos fueron adoptados por familias nacionales o extranjeras en 2016, indicó el ministerio.