(TAIWAN ELECCIONES 2024) De la banda Mayday a Taylor Swift Xulio Ríos es asesor emérito del Observatorio de la Política China

In Análisis, Taiwán by Xulio Ríos

En cumplimiento de la normativa electoral, desde la medianoche del 2 de enero está prohibida la divulgación de encuestas en Taiwán. En las últimas conocidas, no se resuelve con rotundidad la incertidumbre respecto al resultado final. Lai sigue siendo el favorito en la mayoría de ellas mostrando un nivel de apoyo que se ha mantenido muy fiel a lo largo de los meses. Es el claro beneficiario de la división de la oposición, cuyo caudal electoral refleja una mayoría social a favor del relevo pero con altas probabilidades de fracaso.

La encuesta publicada por My-Formosa.com el 30 de diciembre indica que la fórmula del PDP (Lai-Hsiao) cuenta con el 40,2 por ciento del apoyo, más de 10 puntos porcentuales por delante del KMT, con el 28,7 por ciento. Sin embargo, la brecha es mucho menor en la encuesta de TVBS publicada el lunes 1: la fórmula del PDP tendría un 33 por ciento de apoyo, mientras que el binomio del KMT (Hou-Jaw) rondaba el 30 por ciento. Por tanto, estos últimos días de campaña pueden ser decisivos, especialmente en el reequilibrio de las cuentas de la oposición.

Los debates televisados entre los candidatos a presidente y vicepresidente, por separado, han reafirmado las posiciones y expectativas. Aunque se habla mucho de las relaciones a través del Estrecho, los asuntos internos –desde la corrupción a la energía nuclear o el mercado laboral- han acaparado la atención. En medio, trifulcas como las denuncias cruzadas sobre las supuestas presiones de Beijing –negadas- respecto al popular grupo de rock Mayday para que hiciera comentarios a favor de China o el rechazo de Taylor Swift a una oferta para actuar en Taiwán por temor a los “riesgos geopolíticos”. Los globos sonda del Ejército Popular de Liberación, casos de presunto espionaje o de “viajes sospechosos” al continente, los aranceles comerciales o la vigencia de la pena de muerte se han colado igualmente en una vibrante agenda electoral que tanto pasa del trazo grueso al fino en el tratamiento de todas las cuestiones habidas y por haber.

La sociedad civil también ha irrumpido formulando sus propuestas en numerosos ámbitos, desde el desarrollo de la energía verde a la igualdad de género, denunciando, por lo común, la falta de compromisos concretos en los programas electorales de las principales formaciones.

En los discursos de Año Nuevo, Xi Jinping y Tsai Ing-wen también se han reafirmado en el mensaje. Mientras el primero volvió a calificar de “inevitable” la reunificación, Tsai no se salió tampoco del guión de sus dos mandatos, marcado por el rechazo del Consenso de 1992 y la idea de la unificación.

En cuanto al PPT de Ko Wen-je, su descenso en las encuestas, que oscila entre el 17 y el 26% de apoyo, muestra claramente que todavía no dispone de la base política suficiente para imponerse en las elecciones presidenciales. Sin embargo, sí podría contar con una posición más favorable en las elecciones legislativas que transcurrirán de forma simultánea.

La pregunta es: ¿Ko seguirá perdiendo apoyo y, de ser así, gravitará hacia Lai o hacia Hou, hacia el PDP o el KMT? En la encuesta de la Asociación de Élite para el Intercambio China-Asia-Pacífico sobre las elecciones presidenciales se concluye que la posibilidad de un «abandono del apoyo» entre los partidos azul (KMT) y blanco (PPT), no es alta, reforzando así la incertidumbre.

El presidente del Partido el Pueblo Primero (PPP, escisión del KMT), James Soong, en su primera aparición pública con el candidato presidencial, Hou Yu-ih, expresó su máximo apoyo a Hou. No es previsible que también lo haga Ko. De producirse, daría un vuelco absoluto a la contienda electoral.

Legislativas

Al margen de la pugna presidencial, en las legislativas es poco probable que el PDP consiga mantener sus posiciones de 2020, cuando obtuvo una mayoría absoluta (57) con 61 escaños, frente a sólo 38 del KMT.

Una victoria legislativa de los candidatos de la oposición liderada por el KMT sería algo más que un “premio de consolación” pues podría reforzar la creación de un nuevo panorama político con la consolidación del PPT. Su capacidad de tenaza sobre el poder del ejecutivo incrementaría en paralelo el margen de incidencia de Beijing en el curso político de la isla, complementando más eficazmente la política de hostigamiento del soberanismo.