Resumen
En los años setenta del pasado siglo los países ibéricos (España y Portugal) establecieron sus políticas de una sola China (P1SC) por las que reconocían diplomáticamente a la República Popular China (RPC) y dejaban de reconocer a la República de China (Taiwán). Durante casi medio siglo ambas políticas se han mantenido estrictamente sin cambios, permitiendo relaciones crecientes, aunque escasas, sobre todo con la RPC, pero también con Taiwán. La exigua literatura al respecto menciona varios factores explicativos de naturaleza territorial y colonial. No obstante, en la actual década hay un creciente número de factores europeos y globales que presionan a los países ibéricos para recalibrar sus arraigadas P1SC. Este artículo destaca las presiones dentro de la Unión Europea (U.E.) y la creciente rivalidad entre los Estados Unidos (EE.UU.) y la RPC, que hace que los EE.UU. busquen apoyos para Taiwán en un período de creciente tensión mundial.
Palabras clave: República Popular China (RPC); República de China (Taiwán); política de una sola China; Europa; relaciones internacionales; conflictos
Autor: Dr. César de Prado (凯撒·德·普拉多)
Doctor en Ciencias Políticas por el Instituto Universitario Europeo (Florencia), ha sido profesor o investigador en varias universidades de Europa y Asia, incluyendo en la Gran China las de la Universidad Nacional de Taiwán, la Universidad de Guangdong de Estudios Extranjeros, y el Instituto de Estudios Europeos de Macau.
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