La represión de activistas ha aumentado, no disminuido, a causa de los Juegos Olímpicos, que hasta ahora no han actuado como catalizador de reformas. En Pekín y sus alrededores, las autoridades chinas han silenciado y encarcelado a activistas de derechos humanos pacíficos en la “limpieza” previa a los Juegos Olímpicos.