Entre el 8 y el 24 de agosto del 2008 tuvieron lugar, en Beijing, República Popular China (RPCh), los ”XXIX Juegos Olímpicos”. Este acontecimiento, por diferentes lógicas e interpretaciones, sacó a la luz variados augurios que analistas de diferentes “colores” y latitudes traían a colación, al referirlo a los encuentros deportivos efectuados en Moscú, – boicoteados por los Estados Unidos y otros países que se plegaron a las presiones de Washington – en 1980, y la cita de Seúl, en 1988. El trasfondo radicó, parafraseando, en tomarlos de punto de partida para proyectar en el tiempo los procesos que llevaron, al final, al colapso del experimento “soviético”; e introducción de medidas político-sociales más tolerantes en la República de Corea del Sur.